Sábado soleado

2024 04 13

Después de despertar a las 6.31, bajar la basura justo antes de que los basureros pasaran a recogerla, llenar el depósito del coche, lavarlo, desayunar mientras en la tele un semental acunaba a una inexpresiva yegua, colocar los ocho libros que he comprado en la feria del libro antiguo y preparar una lavadora… me dispongo a pasar el fin de semana en casita, sin más ambición que descansar, y disfrutar de la lectura.

Terminando de ojear los libros de Zizek que recogí de la biblioteca, y que la semana que viene tengo que devolver.

Según la editorial Anagrama, que publica en España Incontinencia del vacío; el libro es definido como: “Slavoj Žižek. Vuelve el filósofo superstar y radical para hablar –entre otras cosas– de sexo.

Sagaz, provocador y ambicioso como acostumbra, Žižek explora en este libro los intersticios entre campos del saber, el vacío entre la filosofía, el psicoanálisis y la crítica de la política económica. El título está tomado de una de las obras tardías de Samuel Beckett, y le sirve al autor para indagar en las conexiones entre la sexualidad y la economía con los instrumentos del marxismo y el psicoanálisis lacaniano.

La sexualización y la abolición de la sexualidad; el progreso tecnocientífico y el capitalismo globalizado; el falo y lo prohibido; lo poshumano y lo transgénero; el fetichismo y la perversión capitalista; el sujeto y el objeto; el sadismo, el masoquismo y la dominación económica… son algunos de los temas que asoman en estas páginas. En ellas, el filósofo maneja, como suele hacer, un amplio repertorio de referentes variopintos, que van desde Kant, Kierkegaard, Deleuze y Sade hasta Lenin, Stalin y Mao, pasando por Wagner, Tarkovski u Orson Welles.

Arrollador y rebosante de sugerencias, excursos, subtramas e iluminadoras bravatas, vuelve el filósofo superstar para hablar –entre otras cosas– de sexo.”

Para mí complejo, inconexo, desordenado… Demasiado psicoanálisis para un ser (yo) que ve esa seudociencia, como un animal depredador más, creado por el capitalismo más obtuso. La visión ontológica del mundo es más sencilla. Influenciado por la versión china de la visión del mundo en Tres Cuerpos; me inclino por la sencillez. La aniquilación de las honestidades religiosas, con posos demasiado marcados en nuestra cotidianidad. A partir de ahí, todo es posible. La humanidad tiene capacidad de reacción si cubre los sentidos de la realidad que observa. No hablo de materialismo, hablo de sensibilidad a flor de piel.

Pero no me quiero encabronarme antes de poner la lavadora. Zizek en Hegel y el cerebro conectado nos habla de otras cosas más mundanas, más reales. La conectividad con una máquina que pueda leer nuestros pensamientos, y con ella, comunicarnos; es un asalto al concepto tan trillado de libre albedrío. Todo pensamiento está condicionado, con y sin máquina invasora cerebral.

El ser humano cree ya domesticada la naturaleza, ahora sólo le queda el cerebro. Es su siguiente meta. Invadir Marte es sólo una alegoría de eso, una distracción. En este libro Zizek trata temas cotidianos, miedos reales…

Se dice en Goodreads de él, de manera acertada: “Como sostiene Zizek, el cerebro conectado crea una nueva forma de adicción, ya que los individuos se vuelven dependientes del flujo constante de información y estímulos del mundo digital. Sin embargo, al mismo tiempo, el cerebro conectado también crea una nueva forma de esclavitud, ya que los individuos están sujetos a una vigilancia y control constantes por parte de la tecnología, lo que conduce a un nuevo tipo de totalitarismo. Zizek advierte que la llegada de la tecnología Neuralink de Elon Musk podría exacerbar estas tendencias, permitiendo un control aún mayor sobre nosotros mismos. Sin embargo, a pesar de estos peligros, Zizek también ve potencial en el cerebro conectado para crear nuevas formas de comunidad y experiencia compartida, rompiendo fronteras tradicionales y creando una sociedad más inclusiva.”

El libro de Mis chistes, mi filosofía, no le veo la gracia… y ahora, tras poner la lavadora (son ya las 9.20 de la mañana de un radiante sábado); me pondré a re-explorar El sexo y el fracaso del absoluto. Leído con anterioridad, del cual no recuerdo ahora mismo casi nada. Defectos, taras, de un filósofo estancado… Aunque casi prefiero en las Filosofías no occidentales, número 19 de la colección Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía, edición de Miguel Cruz Hernández, de la editorial Trotta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Me quedé en Zhuang Zi… prosigo y luego os cuento.

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